Ha llegado un lindo cachorro a casa, todos lo miman, es el centro de la atención, un encanto de perrito, hasta el momento en que descubrimos la tragedia: “mi perro se come su caca”.
A quién no le ha ocurrido esto, quizás un poco en secreto tratamos de solucionar el problema, pero ojo, es más común de lo que creemos la caprofagia ,es decir la práctica de comer heces. Buscando una explicación a este mal hábito encontramos algunas posibles causas:
*El alimento balanceado que le suministras a tu perro no ha sido digerido del todo por la voracidad con que tu cachorro se alimenta, esto ocasiona que su excremento contenga rastros de las proteínas que el necesita para su sustento. A esto se suma el olor de comida que aún perdura en los excrementos, recuerda que el olfato de tu perro es muy desarrollado. Lo que para ti es una tragedia para ellos será simplemente un acto instintivo de supervivencia.
*Manifesta stress, soledad. Está gran parte del día solo, un mecanismo de llamar tu atención puede ser la causa.
*Tiene hambre, no come lo suficiente.
La caprofagia se da generalmente en perros pequeños como una etapa transitoria a la madurez, donde adoptará costumbres alimenticias más definidas, que lo acompañarán hasta sus últimos días. Sin embargo existen casos de perros adultos que persisten con esta práctica lo que ya constituye un problema más complejo y requerirá de un paciente tratamiento. El seguimiento y la disciplina cumplirán un papel fundamental para superarlo.
Vigile a su perro luego de que haya comido, es evidente cuando está buscando el lugar para depositar sus heces, cuando intente comérselas, repréndalo con un NO! enérgico y aléjelo del lugar.
Vigile a su perro luego de que haya comido, es evidente cuando está buscando el lugar para depositar sus heces, cuando intente comérselas, repréndalo con un NO! enérgico y aléjelo del lugar.
Otro recurso es el de rociar una sustancia muy picante sobre el excremento para que funcione como un repelente, el shock desagradable no lo olvidará fácilmente, esto tendrá que repetirse algunas veces.
Alimente a su perro adecuadamente, con la cantidad necesaria y en un horario determinado, esto evitará la tentación de portarse mal.
Otro hecho que involuntariamente refuerza esta conducta negativa es restregarle el hocico en el excremento, cuando lo hace en lugares inadecuados.
Solucionar este problema es imprescindible por la salud de su perro, ya que podría adquirir parásitos intestinales de otros animales, y enfermedades como el parvovirus, hepatitis etc.
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