Por:Javier Romero
El problema de los perros perdidos es un hecho cotidiano, a menudo encontramos afiches por las calles que incluso ofrecen recompensas considerables para recuperarlos. Analizando las razones por las que ocurren estos extravíos encontramos que son por: exceso de confianza por parte de los dueños o por negligencia en la mayoría de los casos.
Quizás no hemos comprendido la naturaleza del perro, su innato sentido explorador del mundo que lo rodea. Estos animales en su estado natural recorren grandes distancias para alimentarse, conforman manadas, siguen a líderes, tienen un desarrollado sentido de supervivencia.
Los perros que han vivido mucho tiempo en las calles, a diferencia de los que hemos criado desde cachorros, tienen esa tendencia a la libertad, al libre albedrío, muy acentuada. A pesar de haber encontrado un hogar adoptivo donde se les brinda abrigo y alimentación segura, querrán volver a las calles. Por supuesto que los perros caseros no están menos propensos a perderse.
En el caso de los adoptados, la identificación y el arraigo con el nuevo hogar es un proceso lento. Al dueño del animal le corresponde fortalecer este nexo, imponiendo el liderazgo de la manada que vendría a ser la familia. Los paseos diarios refuerzan esta relación, el perro reconocerá su territorio y podría volver en caso de extraviarse. Lleva a tu perro por la ciudad, enséñale a cruzar las calles, le servirá si algún día se pierde.
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