Giuseppe Tambolán (22 años) narcotraficante (foto La República) |
Gran estupor e indignación causó la noticia
difundida hace algunos días en Perú. Dos
perros de raza san bernardo habían sido utilizados para transportar droga con destino
a México. El hallazgo ocurrió en un hotel de la capital peruana, en el distrito
del Callao.
La Policía Antidrogas encontró tres kilos de cocaína en el vientre de los animales. Los perros fueron operados para introducir la droga, lo que les produjo una septicemia, una infección generalizada, pues las cápsulas utilizadas no contaron con las medidas de esterilización.
La Policía Antidrogas encontró tres kilos de cocaína en el vientre de los animales. Los perros fueron operados para introducir la droga, lo que les produjo una septicemia, una infección generalizada, pues las cápsulas utilizadas no contaron con las medidas de esterilización.
Lola y Bombón fueron asistidos por médicos veterinarios
de la Policía Nacional, sin embargo, Bombón murió a las pocas horas de la intervención,
Lola se ha recuperado lentamente y ya está fuera de peligro.
Esta cruel modalidad del crimen organizado no es
nueva, se ha utilizado según la policía mexicana para transportar droga desde
México a Europa. La modalidad es similar, hacen ingerir a los canes cápsulas
con droga, al llegar a su destino, son cruelmente despedazados para extraer la
ilícita carga. En el año 2013 se informó de alrededor de medio centenar de
perros utilizados en este tráfico.
Lola se queda en la policía peruana (foto El Popular) |
Las imágenes presentadas por la Policía en Lima son
escalofriantes. Grandes paquetes recubiertos de un adhesivo negro fueron
extraídos de los cuerpos de Lola y Bombón. La crueldad de los criminales que hicieron esto no tiene nombre pero
ellos sí. Se trata de Giuseppe Tambolán de nacionaildad mexicana e italiana y
del veterinario Jaime Betancur, quien registra 5 ingresos al país, lo que hace
suponer que ha hecho otras operaciones similares.
La colectividad en general está indignada por el
sufrimiento que les han causado a estos perros. Por lo que nos toca, desde
este blog manifestamos nuestro repudio a los criminales por tanta maldad y
que sean sancionados por la ley. Sí se hubiese aprobado ya en el Congreso la
Ley contra el Maltrato Animal, unos cuantos años más de prisión les habrían caído
a esta gavilla por causar maltrato y muerte a Bombon.
Esperamos que Lola, la sobreviviente, tenga una
mejor vida, en manos de la policía peruana y que las autoridades pongan mayor
cuidado en las fronteras y aeropuertos al ingreso de animales, no solo de
perros, que pudieran ser utilizados por la mafia del narcotráfico.