Por: Javier Romero
Ha trajinado mucho por la vida, nadie sabe cuanto con exactitud, pero se le ve cansado; como un anciano resignado a su destino, como un soldado retirado sin honores, solitario sin hogar.
Lo llaman Viejo, vive en la calle. Nadie recuerda cómo apareció allí; en la primera cuadra de Bolívar, junto al portón de una cochera y decidió hacer de ese lugar su territorio. Dos buenas vecinas al principio le acomodaban cartones bajo el dintel de una casa; finalmente le mandaron a construir una casita de madera; una de ellas lo alimenta día a día.
Viejo echó raíces en este lugar; no se mueve del que considera su territorio. Alguien intentó llevarlo a un sitio mejor pero regresó para seguir siendo el centinela y monarca de su propio reino callejero.
Una mañana la cuadra se lleno de obreros de cascos anaranjados y chalecos fosforescentes. Destrozaron la vereda a golpe de combo y taladro; el ambiente era caótico, infernal. Viejo les dio licencia para continuar, pero cuando se inauguró la obra, la reclamó para si. Le reinstalaron su casa en plena vereda, encadenada al poste; porque en estos días hay quienes no respetan la propiedad ajena, ni aun la de un perro sin hogar.
Ahora hay una amenaza sobre su vida. Alguien presentó una queja a la delegación policial porque, “Viejo” le mostró los colmillos con agresividad; como lo hace con quienes no le inspiran confianza; aunque no ha mordido a nadie hasta la fecha.
Tal vez un día de estos ya no lo encuentre; tal vez dejen solo su casita de centinela vacía; tal vez no haya testigos de su destierro y sólo el ruido citadino de coches y bocinas que aturden, me devuelvan a la cruda realidad, en esta ciudad donde ya empieza a calar los huesos el invierno.
Veo las grises nubes y las figuras de muchos perros como guardianes del cielo; pienso en el Viejo, en su vida, en su pasado nebuloso y en la vida mía y en las nubes de mi propia historia; en mi propio destierro sin cronograma cierto. En esa casa en un árbol que nunca tuve; en mi alma vacía y silente de perro callejero. Tomo un café hace frío.
esta bien ke ayuden a los animales y hagan campañas pero lo que falta es una institucion en tacna para los animales, que algunos duenos no les inportan sus perros y cuando se enferman no los llevan al veterinario, quisa porque bno tiene plata
ResponderEliminarfaltan instituciones ke apoyen gratuitamente a los animales(perros)especialmente a los animales domesticos
Eliminarporque yo conosco una familia que tiene un perrito enfermo y no tiene recursos para llevarlo a una veterinaria,el animal esta sufriendo mas de un mes, porque tiene una enfermedad
Estas entidades existen,son las sociedades protectoras de animales, pero el trabajo y los recursos son a veces insuficientes para tantos casos de abandono. El cambio que se requiere es una legislación que castigue a quienes abandonan y maltratan animales, esto sumado a la concientización y al trabajo de las sociedades protectoras y al apoyo de loso municipios, podría evitar tanto sufrimiento en los animales.
EliminarHola esste perro vive en TAcna Perú, exactamente en la primera cuadra de la calle Bolivar, en el centro de la ciudad. Está protegido por algunos vecinos. Hace poco tuvo un problema de infección intestinal que hacía que arrastre sus patas posteriores, pero ya fue curado. Han intentado llevarlo a una casa pero él no quiere, le gusta estar en eese lugar, donde le acodicionaron una casa de madera. Actualmente está bien. Gracias por el comentario y tu ofrecimiento.
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